Samuel Caronte,
un expolicía que fue acusado de un delito que no había cometido. A
pesar de tratar de defender por todos los medios su inocencia, el caso
le costó su placa y una larga temporada en la cárcel. El exagente
aprovechó este tiempo en prisión para convertirse en un abogado
penalista y así poder ayudar con sus argumentos legales a otros que
hayan pasado por su situación. No obstante, por mucho que quiera
orientar su vida hacia un nuevo territorio, el pasado siempre vuelve.
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